Yolanda Castaño
traducción del galego por la autora
“Aquí lo que nos falla es que
no nos sabemos vender”, se quejaba continuamente tu
patio de vecinos;
pero cuando llegó al quinto derecha
aquel tipo que sí lo sabía hacer bien,
en seguida toda la comunidad empezó a tirarle piedras desde el
balconcito.
Disco del encogimiento. Gallinas de la apropiación.
Si todo imaginario cicatriza, ¿dónde están entonces los
órganos de nuestro olvido?
Para levantar hicieron falta multitudes,
para echar por tierra: un hatajo, no más.
*
QUE ES DOLOR
EL DOLOR QUE DE VERAS SIENTE
Tengo cara de gustarme
las cosas que no me gustan.
Los labios de todo el mundo
hablan sin despegarse.
Esto también es así.
Las paredes de una gruta en la que alguien, hace diez mil años,
mancilla lo natural de la piedra.
Monedas, corriente alterna,
una muchacha nacida con los genes de la belleza,
toda picada de complejos.
Como un orgasmo de Hedy Lamarr, los ojos de Nikola Tesla.
Un país donde no ser,
donde sólo
parecerlo.
Guantes desenfundados, sal, la más prestigiosa
de todas las escuelas de doblaje.
El capital es la pesadilla
de quedarnos atascados en nuestra capacidad simbólica.
El más favorecedor de todos:
maquillaje tanatoestético.
Años de trabajo vueltos un pedazo de granito ecuestre.
Una industria de la miseria, las huertas del wolframio.
Como un cuerpo ardiente que sabe, y
disimula.
Pestañas postizas de marca barata, una imagen
idéntica a sí misma.
Como poesía política que se confunde
con una autofoto frente al espejo del baño.
La metonimia del mal,
normativo dislocado.
Escenificación, menú, la escalera de incendios del discurso.
Algo al que le crecen raíces aéreas
y anhela volver a la tierra en cuanto hace un tiempo que salió a la luz;
como los ojos de las patatas.
La mirada del poema es también así,
filas de hormigas obreras
aplastadas para permanecer,
restos de gestos
que parecen
otra cosa.
* *
lea estos poemas en galego
* *
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這是真的。
有個村莊的小康之家的女孩子,生得美,有許多人來做媒,但都沒有說成。那年她不過十五六歲吧,是春天的晚上,她立在後門口,手扶著桃樹。她記得她穿的是一件月白的衫子。對門住的年輕人同她見過面,可是從來沒有打過招呼的,他走了過來,離得不遠,站定了,輕輕的說了一聲:“噢,你也在這裡嗎?”她沒有說什麼,他也沒有再說什麼,站了一會,各自走開了。
就這樣就完了。
後來這女子被親眷拐子賣到他鄉外縣去作妾,又幾次三番地被轉賣,經過無數的驚險的風波,老了的時候她還記得從前那一回事,常常說起,在那春天的晚上,在後門口的桃樹下,那年輕人。
於千萬人之中遇見你所遇見的人,於千萬年之中,時間的無涯的荒野裡,沒有早一步,也沒有晚一步,剛巧趕上了,那也沒有別的話可說,惟有輕輕的問一聲:“噢,你也在這裡嗎?”
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