El cuaderno de Nataniel
Veronica Stigger
traducción de Rosario Hubert
Opalka entró en la pequeña sala de la casa de su hijo Nataniel y caminó hasta la ventana, bajo la cual había una mesa de madera cuadrada, con un lado apoyado contra la pared. Sobre la mesa había un cuaderno de tapa dura roja, tamaño oficio, cerrado, un frasco de tinta, también roja, y una lapicera. Se sentó en la silla de mimbre y abrió el cuaderno, donde estaba escrito:
Hacer un libro antiguo
un libro de viajes
con páginas que se despliegan
La historia comenzará en una ciudad grande
-en una metrópolis-
o en la orilla del mar
Será la historia de un hombre solo
un hombre viejo
un hombre cansado
El hombre tendrá unos sesenta años
usará traje blanco y zapatos bicolores
y tendrá un chimpanzé
Su chimpanzé será inmenso
del tamaño de mi personaje
alto y fuerte como un escandinavo
Tendrá el pelaje gris claro
(Y no me vengan a molestar diciendo
que los chimpanzés no tienen pelo gris claro
Si yo quiero que mi chimpanzé
tenga pelo gris claro
lo tendrá)
Su pelaje será liso y brillante
como una alfombra peluda
de ésas que sólo existen en el Sur
Sus ojos serán achinados
brillosos y azules
como los de mi personaje
El hombre y el chimpanzé serán muy amigos
(tal vez amantes)
y dormirán en el mismo cuarto
El chimpanzé tendrá una cama de un cuerpo y medio
y el hombre, una individual simple
Y no habrá ninguna mujer en la historia
Los dos serán muy apegados
Irán juntos al almacén
al mercado
a la plaza
al restaurante
al cine
al dentista
(el chimpanzé tendrá un diente de oro)
y a la peluquería
donde cuidarán con el mismo celo
los cabellos rubios del hombre
y el pelaje gris claro del chimpanzé
Un día, el hombre tendrá que viajar
habrá soñado que hay un secreto
y que debe ser revelado
-un secreto sobre su origen
escondido en una cajita de madera
con tapa de nácar-
El secreto estará del otro lado del país
de este país inmenso
que él cree suyo
Tomará un tren
-¡no!-
Tomará un barco
Un vapor del Lloyd Brasilero
donde costará que pase el tiempo
y el hombre pensará que vaga en el infierno
Al chimpanzé le será prohibido ir:
“El viaje es muy largo y desgastante
No conviene que lo enfrentes”.
Pero el chimpanzé no se conformará
Y se esconderá en uno de los baúles del hombre
sin que éste desconfíe
Llegando a su destino
el hombre abrirá su equipaje
y verá al chimpanzé
dentro del baúl
doblado al medio
en posición fetal
cabeza inclinada
ojos cerrados
boca abierta
en las manos rígidas
una cajita de madera
con tapa de nácar
El hombre se arrodillará
al lado del baúl
abrazando al chimpanzé con toda su fuerza
Su cabeza caerá
sobre el cuerpo
de su mayor amigo
Su pelo rubio se mezclará
con el pelaje gris claro – antes tan bello y vivo
ahora resecado y sin brillo
La escritura -redondeada, medio infantil, de letras grandes y levemente inclinadas hacia la izquierda- se interrumpía bruscamente. Una mancha roja oscuro se extendía por la hoja del cuaderno, delineando una extraña forma que recordaba un cuerpo estirado en el suelo. Asombrado, Opalka cerró el cuaderno, se levantó y salió de la sala.
* *
Leer el texto en portugués
* *
Imagen: Marisela LaGrave
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